REUNIÓN 30 DE OCTUBRE: PROTEJAMOS LA DEHESA

El Quemado de la Dehesa de Guadalaviar está sufriendo un clareo masivo. Nuestra dehesa, un espacio de 182 hectáreas pegado al pueblo, muy querido por todos nosotros y de enorme interés natural, viene sufriendo desde hace muchos años la muerte sucesiva de sus pinos silvestres centenarios, pero sigue siendo un espacio privilegiado, todo un lujo natural para nuestro pueblo, un tesoro que nos pertenece a todos, pero, a la vez, nuestra generación es la responsable de protegerlo y transmitirlo en el mejor estado posible a quienes nos  sucedan. 

Su orientación ensolanada, su cercanía al pueblo y su utilización como refugio del ganado en invierno han propiciado la situación actual que todos conocemos. Basta compararla con las hermanas dehesas del Villar y de Griegos para constatar su peor estado, con menos repoblación que ellas.

A partir de los años 50 del siglo pasado se pusieron en marcha dos iniciativas de repoblación en el Sesteruelo y, sobre todo, en el Quemado. Por lo que contaban nuestros mayores, esta fue una labor muy costosa, ya que se trataba de una solana completamente despoblada. Solo fue posible después de muchos años de reponer marras, de muchos inviernos de penurias de los jornaleros, y de un gran empeño del forestal de entonces: el tío Pepe. 

Pues bien, ahora que El Quemado luce un pinar impresionante, el único joven de toda la Dehesa, al Ayuntamiento y a la Administración forestal no se les ocurre otra cosa que hacer un clareo masivo que supone extraer un 80% de los pinos verdes con la única pretensión de regalarlos como leña a los vecinos, en un momento en el que hay leñas de sobra por doquier sin recoger, fruto de las talas masivas que se están practicando en la Vega del Tajo.

Entendemos que sea necesario limpiar los pinos secos y, sobre todo, los arrancados por la tormenta de la primavera de 2018 que aún están ahí e incluso podar, pero lo que no se puede entender es que corten un solo pino verde, y mucho menos el 80%, con el pretexto de que los que dejan engordarán más deprisa. ¿Se sabrá eso dentro de doscientos años? Es un arboricidio en toda regla, porque a los pinos talados habrá que sumar los daños que hagan las máquinas al bajarlos al cargadero.

Basta con conocer un poco nuestro monte para saber que el pino albar se autoclarea solo y que en las solanas cuesta mucho que agarren los pinos. El que sobra se seca y, gracias a la espesura con la que se crían, crecen rectos y varizos como velas. Podríamos entender que se dedicaran a entresacar y limpiar las miles de pinochadas súper espesas que pueblan la Umbría de la Mabria, pero no tiene justificación que se ceben en la única pinochada de la Dehesa que tanto costó conseguir y que, encima, se encuentra en la parte solana. 

Esta convocatoria persigue tomar conciencia de la necesidad de proteger El Quemado y todo nuestro patrimonio natural. Todos los vecinos tenemos derecho a exponer nuestra opinión, incluso a pedir cuentas a los responsables de su cuidado.

Pedimos que se paralice de inmediato ese clareo masivo por el daño irreparable que supone. Que, en su lugar, se proceda a una limpieza respetuosa con el medio ambiente de verdad y se ponga en marcha una estrategia de protección de los pinochos que nacen en la dehesa de forma natural. También invitamos a todos a abrir una reflexión colectiva sobre las consecuencias demasiado palpables de una política forestal que se está imponiendo en los Montes Universales con gran rechazo social. Propugnamos prácticas acordes con la conservación de nuestro principal recurso natural y exigimos a las administraciones públicas que respeten su propia normativa de protección de estos espacios nuestros, definidos por ellos mismos como LIC, ZEPA, Natura 2000, Reserva Natural Fluvial, etc., algo que no sucede. 

La participación ciudadana en temas tan importantes como éste no solo es un derecho, sino una obligación moral. Acude a la cita y expón tu opinión. 

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